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Psychedelic-Space, Symphonic, Progressive
and Crossover Eclectic Music
from Guatemala.

Intro

Canopus es un grupo dinámico, cuyos miembros han variado en su historia, desde miembros fijos, hasta  “nómadas”, que tocan en otros grupos y no no siempre están disponibles  para grabar un disco o participar en un concierto.  Grabaron 400 cassettes  antes de grabar el primero de sus 27 CDs en 1998.  Originalmente describían su música como impresionismo clásico cuántico, reflejando la importancia del momento presente, sus influencias clásicas y su proyección al potencial creativo infinito mediante la improvisación musical. Su primera etapa fue de música improvisada,  y ha experimentado con producciones de música  electrónica, krautrock, lounge, new age, jazz y blues y, más recientemente, rock progresivo. Su música se ha utilizado para documentales y alguna para películas de largometraje.  Ha participado en conciertos y festivales fundamentalmente en la región del lago de Atitlán, en Guatemala.  Aunque actualmente se identifica con Guido Aguilar, Canopus tiene una larga historia y trayectoria.  Actualmente, algunos de los músicos que más tocan en sus conciertos y discos son Ranferí Aguilar, Carlos Cush, Christoph Jarnach, Luis Barrios (Kawoq), Daniel García, Tania Carl y Roberto Luz,  entre otros.  Su cede es Panajachel, en el Lago de Atitlán (Guatemala).

Guido Aguilar, website header image - estudio
Breve Historia de Canopus
(por Guido Aguilar)

CANOPUS nació de cierta forma la noche en que conocí a dos amigos muy especiales, Jorge Cabrera y Victor Kairé, en 1993, ambos personas muy espirituales, profundas y amantes del cosmos. Bajo las estrellas nos dimos un abrazo uniendo nuestras cabezas, expresando la conexión que sentimos; y la estrella que nos iluminaba con su potente luz, brillo y tamaño como un distante testigo, era la estrella más grande visible desde la tierra, Canopus. Nos concebimos desde entonces como iluminados por Canopus y sujetos a su influencia. No empezamos como un grupo de música, sino como un grupo de amigos, cuyas esposas eran, además, amigas (y en ese entonces, todas sudamericanas). Nos reuníamos los fines de semana a compartir entre familias y a tocar guitarras, percusiones y a cantar de manera improvisada. Teníamos gran afición por la naturaleza, el cosmos, la filosofía y la música.

En 1994 tuve yo un sueño, en el cual íbamos muchas personas con instrumentos musicales a dar un concierto para los árboles y bosques del planeta, para ayudarles, darles energía, fuerza y amor y así devolverles algo de lo mucho que ellos nos habían dado, para ayudarles a sobrevivir en este momento tan duro para su subsistencia. Le conté mi sueño a Jorge Cabrera, arquitecto y ecologista, y me dijo: “Buena idea, hagámoslo realidad”. Y hablamos con varios amigos que tocaban instrumentos musicales y nos reunimos en un bosque unas 50 personas de diferentes edades y ocupaciones (niños, jóvenes, adolescentes, parejas con sus hijos y familias completas con todo y abuelos) a tocar música para dar energía a los árboles y los bosques, para contribuir a la labor de la Madre Tierra. Tocamos música improvisada y abrazamos con todo nuestro amor a los árboles. Nos tiramos al suelo a abrazar a la tierra y conectarnos con ella. Fue una linda experiencia, nos llenó de energía y de espíritu de unidad. Después de esta maravillosa experiencia, con Jorge y Victor decidimos juntarnos más frecuentemente para tocar música y nos empezamos a reunir periódicamente para improvisar.

Empezamos por juntarnos dos veces por semana, que se redujeron a una (jueves por la noche) cuando nuestras esposas protestaron. Conseguimos instrumentos formales (sintetizadores, guitarras, flautas, bansuris, percusiones, etc.) y equipo como micrófonos, stands, etc. Jorge viajó a la India, de donde trajo crótalos, sítaras y varios otros instrumentos exóticos. Yo traje de Bolivia charango, zampoñas, pezuñas de llamas, etc. Y nuestra forma de hacer música e improvisar se volvió popular entre nuestros amigos, que poco a poco empezaron a llegar los días de música a tocar e improvisar con nosotros. El término “canopear” se volvió parte de nuestro vocabulario como sinónimo de “vamos a reunirnos para improvisar música”. Habíamos aprendido a improvisar escuchándones, respetándonos, atreviéndonos y lanzándonos a la experiencia y el reto de entendernos en la música – para lo cual era indispensable compulgar espiritualmente-. Decíamos que era el arte de arreglar cualquier disonancia y hacerla parecer intencional.

Mi hermano Ranferí, el Hacedor de Lluvia y miembro de Alux Nahual, empezó a tocar con nosotros y nos facilitó su estudio para grabar nuestra música formalmente. Hasta grabar nuestro primer CD Como Magos en 1998, habíamos grabado más de 400 sesiones de improvisación en casette de audio. Por muchos años tocamos semanalmente y grabábamos en estudio una o dos veces por año. Aunque grabamos varios discos antes, el primero que pusimos a disposición del público y a la venta en tiendas de música, fue Underground, en el 2007.

Con los cambios de la vida, vienen también otros cambios. Yo me divorcié en 1999 e inicié una nueva era de vida en el 2000. Jorge Cabrera lo hizo poco después. Y eso complicó gradualmente el reunirnos  y eventualmente el tocar juntos. Continuamos haciéndolo, pero cada vez menos. Yo continué con la costumbre de reunirnos los jueves por la noche a tocar, pero Jorge y Victor tuvieron complicaciones y llegaron cada vez menos. Yo continué con la costumbre y la tradición de “canopear” y lo hacía con distintos músicos que llegaban a casa los jueves. Eventualmente empecé a hacer discos de Canopus en donde ya no tocaban Jorge ni Víctor.  Sonaba bien, aunque yo lo sentí yo extraño, pues estaba muy acostumbrado al entendimiento musical con ellos y porque siempre admiré su genio y sensibilidad musical.

A partir del 2000 empecé a relacionarme cada vez más con la comunidad de músicos de Panajachel , en el lago de Atitlán y a tocar con ellos y eso amplió mis horizontes musicales, del new age y la improvisación libre (aventurada no-estructurada), al jazz, blues y música más estructurada (recordándome de nuevo mis épocas de música formal en el Conservatorio y la Universidad). Y me puso en contacto con músicos profesionales. Y eventualmente mi forma de hacer música evolucionó, se amplió (¿o limitó?) a la improvisación estructurada del jazz, blues y rock.

Eventualmente aprendí a grabar, mezclar y producir música con el maestro Christoph Jarnach y empecé a producir y mezclar más profesionalmente la música de Canopus.

Con el tiempo, del Canopus original quedé solo yo. Pero se han vuelto colaboradores, músicos recurrentes e invitados frecuentes, Ranferí Aguilar, Carlos Cush, Christoph Jarnach, Luis Barrios, Daniel García, y un número cada vez mayor y variado de músicos. En el 2009, a raíz de uno de los cambios más grandes dentro de la evolución de Canopus (incluida la muerte de Chofo Ramos), quise probar volver a reunir de nuevo al Canopus original y hacer un disco en una nueva sesión de improvisación. Se llamó Guardián del Fuego (2009). La música fue maravillosa, pero las intrigas y malentendidos suscitados a raíz del intento de sacar el disco al mercado excedieron por mucho la ilusión de hacerlo, de manera que aunque el disco se grabó e inició a comercializarse, su proceso de difusión se descontinuó y desalentó prematuramente, prácticamente desde su inicio, retirándolo incluso de varias tiendas. Posiblemente aún existan unas pocas copias de este disco en el mercado.

En el camino han surgido proyectos de música electróncia tipo krautrock (dos CDs de Feminas, con Juan Morales Culebro de Stratosphera, 2,010 y 2,011), dos de jazz y blues (Underground, 2007 y My Favorite Things With a Little Help From my Friends, 2011), uno de lounge (Maya, 2012), y uno de meditación y relajación (que está listo hace algunos años y no sé por qué no lo he sacado a la venta aún).

Canopus ha trabajado también en música para algunos documentales, varios realizados por Virtual Guatemala/ Jay Zacc y otros, como el cortometraje Cuchumatanes, por Jose Guillermo Morales Ferruli).

Desde enero del 2014 hasta abril del 2015  trabajé en el album Tu Mágico Ser (2015), una producción de rock progresivo, algo que siempre quise hacer pero sabía que sería un reto y un gran compromiso para conmigo mismo. El rock progresivo es realmente una de las mayores influencias musicales en mi vida, no sólo tiene como común denominador el rock inglés, que me encanta, sino que permite incluir e incorporar en la composición otros géneros que son parte importante de mi vida, como la música clásica, electrónica, acústica, jazz, blues, new age, folk, vocal, coral y orquestal. Este disco es un punto en la cúspide de mi carrera musical, pues incluye composiciones corales, de guitarra y piano clásicos, de rock, de jazz, blues, electrónicas, orquestación, moogs, solos de guitarra eléctrica, cellos, efectos electrónicos, saxo, bajo (compré uno nuevo para el sonido de este disco), baterías y la coordinación con una gran cantidad de músicos. Somos 16 músicos quienes tocamos en este disco:

Guido Aguilar. Guitarras acústicas, piano, sintetizadores y voces.

Ranferí Aguilar. Guitarras acústicas y eléctricas, sintetizadores y voces.

Plubio Aguilar. Bajo.

Paulo Alvarado. Cellos acústicos y eléctricos. Piano y bajo.

Luis Barrios. Guitarras acústicas y eléctricas.

Vinico Molina: Batería.

Carlos Cush. Batería.

Gerardo Mora. Batería.

Emilio Molina. Bajo.

Pablo Contreras. Bajo.

Christoph Jarnach. Piano, órgano.

Juan Aguirre. Voz.

Luis de la Rosa. Voz.

Gad Echeverría: Director del Coro del Conservatorio Nacional de Guatemala.

Alejandro Recinos. Saxo.

Roberto Luz. Flauta.

Algunos datos curiosos son que entre los 16 músicos, todos tengamos nombres distintos, no hay un nombre repetido. Yo, que creo que las coincidencias ocurren por causalidad (no existe la casualidad), creo que es debido a que cada uno de los músicos que participó tenía que estar allí, nadie hubiera tocado o cantado lo que hicieron de esa manera.  Cuatro de los seis integrantes de Alux Nahual tocaron en diferentes piezas del disco, y todos juntos en Libre Como el Viento, sin que fuera ese un propósito inicial. De los 16, 14 músicos somos guatemaltecos; Gerardo Mora es salvadoreño; y Roberto Luz es colombiano-norteamericano-chapinísimo y vive en Santiago Atitlán.

Los músicos tienen todos su recorrido. Ranferí, Plubio, Paulo y Vini tocan con Alux nahual, admás de tener proyectos individulaes, cono El Hacedor de Lluvia de Ranferí y el Cuarteto contemporáneo, de Paulo; Luis Barrios (quien tocó en dos discos anteriores de Canopus) y Luis de la Rosa suelen tocar juntos entre Panajachel y La Antigua Guatemala. Cush (con Percush) y Chris suelen tocar en Panajachel y se involucran en múltiples actividades musicales, desde la enseñanza académica, hasta proyectos múltiples. Milo Molina toca en el grupo Sophia; Juan Aguirre fue vocalista del grupo metálico Razones de Cambio; Pablo Contreras ha acompañado a diferentes bandas pop y de jazz y blues en Guatemala y EEUU; Alejandro Recinos es un gran saxofonista solitario, ha tocado en discos y conciertos de Canopus, eventualmente acompaña a otros músicos, como complemento de su profesión como médico homneópata. Roberto Luz es ampliamente conocido en la región del lago de Atitlán, no sólo como gran músico y flautista, sino por grabar, promover y difundir la música de los grupos de la región, por sus actividades culturales y por ser el organizador del Festival de Atitlán, el evento musical más importante de la región. Gad Echeverría, reconocido por su participación en Canto General y muchos otros grupos, es actualmente Director del Coro del Conservatorio Nacional de Guatemala. Y yo, Guido,he tocado con Canopus por más de 20 años. Estudié en el Conservatorio Nacional de Guatemala por varios años, tomé clases de guitarra clásica y piano con maestros particulares en La paz, bolivia, junto con mi hermano Ranferí. Estudié en la Universidad Católica Boliviana la carrera de Dirección y Composición Musical, junto con psicología -otra de mis pasiones y mi principal actividad laboral; y aprendí a tocar jazz en piano y a grabar, editar y producir música con el maestro Christoph Jarnach en Panajachel. He organizado grabaciones y la producción del proyecto Canopus desde 1993, al que Victor Kairé siempre denominó “mi proyecto personal”.

Agradezco a todos los músicos, quienes aportaron con su creatividad y entusiasmo; y quiero reconocer y agradecer de manera especial el aporte de mi hermano Ranferí, quien compuso, arregló, sugirió, tocó, grabó, mezcló y masterizó y estuvo presente durante todo el proceso de realización de este disco.

Actualmente estamos trabajando en la producción de algunos videos para subir a YouTube y por tener la música a disposición del público en iTunes y Soptyfy.

DISCOGRAFÍA          Tu Mágico Ser          entrevista          About Canopus Star

Contacto:
guidoaguilar@hotmail.com

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